La respuesta corta es sí.  De acuerdo con un artículo de Urías Gamarro publicado en Prensa Libre en mayo de 2019, la demanda de leasing para actividades inmobiliarias y habitacionales ha estado creciendo en el país y hay varios proyectos habitacionales que podrían aplicarse con un leasing habitacional. Particularmente, los de vivienda social (vertical), que oscilan entre Q 250 mil a Q 300 mil, diseñados para clase media baja. La meta es que las personas dejen de ser inquilinos y tengan la opción de ser propietarios.

 

Al ser entrevistado en el mencionado artículo, Sergio Irungaray, directivo de la Asociación Centroamericana de la Vivienda (Acenvi), expuso que el leasing habitacional es una práctica muy común que se aplica en Colombia, Panamá y Estados Unidos, donde las personas pueden optar a la compra de la vivienda, una vez califiquen y que permite acceder a vivienda digna. Definió que el leasing habitacional funcionaria como “un alquiler con opción a compra”.

 

Irungaray explicó cómo funcionaría el sistema: cuando las personas interesadas suscriban un contrato de alquiler y a los dos años siguientes ya se pueda considerar la transacción de compra, una vez se cuente con el enganche de la unidad habitacional. “Es un instrumento que puede reducir y solucionar el déficit habitacional”, sostuvo Irungaray.

 

Aunque la iniciativa del leasing habitacional puede ir dirigida a todos los segmentos económicos, Sergio Irungaray precisó, que una buena parte sería para el sector de clase media baja, que podría ser sujeto a crédito por las instituciones financieras.

Autora: Ester Brol